Si piensan que Suecia es un país frío, se equivocan. Suecia es un país que a veces es frío, pero también es cálido, lluvioso, helado, con sol, lluvia y nubes, un país oscuro y lleno de claridad. Porque tenemos primavera, verano, otoño e invierno, y todo cambia con la temporada. Vivo en Estocolmo que queda casi por la mitad o un poco al sur de Suecia. En el invierno puede hacer menos 15-20 grados, en en verano más 30. Además hay la cuestión de la claridad. Como estámos en el norte, los días no son igual de largos todo el año. En el invierno tenemos apenas cinco horitas de claridad al día, en el verano, en cambio, el sol sale a las tres de la mañana y se pone a las once de la noche (en el norte de Suecia es aun más extremo, allí están sin sol unas semanas en el invierno, y sin noche unas semanas en el verano).
No sólo la naturaleza cambia, sino también la gente. Ayer fuimos mi novio y yo a dar un paseo, hacía un bonito día, 10 grados y bastante sol, ya parece primavera. Parecía que toda la vecindad estaba afuera, paseando o tomando sol en algún banco, todos alegres, sonriendo, conversando... Con un poco de calor viene el ambiente otra vez a Suecia. Parece otro país.
Las gradas fuera de mi casa, foto tomada hace exactamente una semana (el 24 de marzo).
El mismo lugar hoy por la tarde.
Ayer, dando un paseo: las florcitas ya están saliendo.
Con estos cambios dramáticos, no es tan rara nuestra obsesión con todo lo que tiene que ver con el clima. Así que la conversación allí en la parada del bús, ya sabemos de qué se tratará...
Tú: Ya está haciendo un poco de calor, ¡qué bonito, no!
El vecino: Aha, se nota que el sol ya calienta.
Tú: Dicen que toda la semana va a hacer sol...