domingo, 25 de mayo de 2008

La claridad

Qué raro... Estoy aquí en la sala, son las dos de la madrugada, y de a poquito está aclareciendo... He vivido en este país nórdico toda mi vida, pero no me acostumbro a esta luz, esta claridad que nos viene en el verano... Me encanta, me hace sentir con más vida. Y afuera los pájaros cantando y en el aire un olor riquísimo a flores, a verano, a esperanza... Me da ganas de estar despierta toda la noche... Qué bonito que es el verano. Y todavía falta casi un mes para la época más clara aquí en Suecia: "midsommar".

miércoles, 21 de mayo de 2008

Llegar a Ecuador

No fue mi primer viaje, pero sí fue la primera vez que fui a Latinoamérica. Hasta ese momento no había salido de Europa (salvo una semana en Maruecos) y nunca había planeado por una estadía tan larga fuera de mi país. Además de ser el viaje más largo de mi vida hasta entonces, era la primera vez que viajaba sóla, sin la companía de familiares o amigos. Viajé sin ticket de vuelta y sin saber cuánto tiempo me iría a quedar. En el aeropuerto me despedían mi papá, sacando fotos con la cámara, mi mamá con la tristeza escondida bajo una sonrisa y muchos abrazos, mi hermano mayor con su "cuídate mucho hermanita", y mi querida hermana, la que ha compartido tantas cosas conmigo... que en el momento de despedirse se puso a llorar... y yo lloré con ella...

Era finales de septiembre del 2006. Él y yo llevábamos en ese entonces un poco más de un año juntos como novios, y él vivía conmigo (en la casa de mis papás) desde hace seis meses. Pero le tocó salir de Suecia y regresar a Ecuador ese verano, dos meses antes que yo viajaba. Esos dos meses fueron muy largos, nos llamábamos, nos escribíamos, pero era difícil. Por suerte yo trabajaba mucho y así no tenía tiempo para sentirme triste. Así que ese día en el aeropuerto fue triste, fue de despedida, pero también viajé con muchas ilusiónes, con ganas de verle, besarle de nuevo, ganas de conocer a su familia y su país.

Fueron largas las horas en el avión, debo decir los aviones porque hice escala en Nueva York y en Houston. En Newark (el aeropuerto de NY), se me pasó el tiempo en tramites, sacar y otra vez checkear el equipaje, todas las cosas de seguridad... En Houston creo que el sol estaba pegando fuerte, pero yo estaba atrás los vidrios... Ya era noche para mi (mi cuerpo estaba acostumbrada a la hora sueca), pero no tenía sueño. Empecé a sentirme un poco nerviosa, porque ya faltaba poco, me sentía rara. Era raro viajar sóla, pero no me dio miedo, me gustó. Fue bueno tener ese tiempo sóla, ese espacio para dejar Suecia atrás y concentrarme en Ecuador, en él. Una cosa que me llamó la atención era que en Houston todos los rótulos estaban en inglés y en español. El personal hablaba los dos idiomas.

Después faltaba sólo la última etapa, Houston-Quito. En el avión había poca gente, tuve tres asientos para mi sóla, traté de acostarme pero no había mucha comodidad. El cabinero era muy atento de la manera estadounidense, muy correcto, me decía "miss", cosa que me gustó más que la "ma'am" que había recibido en otro momento del día. Anocheció. Veía las luces de la cuidad, eso era Quito.

Por las luces se podía aprecias las siluetas de las montañas... Nos acercábamos... Parecía que íbamos a aterrizar encima de las casas, podía ver ya los techos, los perros, las calles, gente... Era Ecuador, su Quito, mi Quito.

En el control de la policía no hubo problemas. Había estado nerviosa antes, pero fue como todos me habían dicho y no me hicieron problemas. Me pidieron un ticket para darme mis maletas, ni siquiera había entendido para qué era ese ticket cuando me lo dieron (en los aeoropuertos donde había estado antes todos habían cogido sus maletas sólos). Por suerte no lo había botado y me dieron mis maletas. Salí, y por fin le vi. Me pareció tan familiar y tan extraño al mismo tiempo, conocido pero diferente. Sentí una alegría que no había esperado. Dejé las maletas botadas en el piso y corrí a abrazarle... Sólo después de eso me fijé en su familia que estaba a su lado... Nos fuimos en taxi, nos cobraron un precio que me pareció muy barato, después entendí que había estado un poco caro...

Su mamá me sirvió sopa de cabello de ángel, y a pesar de que tenía hambre (no había comido casi nada en el viaje), no pude comer mucho. No sé porque, la sopa estaba rica, tal vez por la emoción y el cansacio...

Desde esa primera noche me enamoré de Ecuador. Durante nuestros siete meses allí siempre me sentí en casa y a pesar de que le extrañaba mucho a mi familia, y a veces a Suecia, nunca me arrepentí de haber ido a Ecuador. No sentí, como en otro viaje largo que hice antes, que mi vida la había dejado en Suecia, porque esta vez, en Ecuador, no estaba sóla, estaba con él. Conocí a su familia, que ahora le considero mi familia, a su país, y le conocí mejor a él, y a mi misma.

(Esta fue mi historia, bueno, una parte pequeña de mi historia... Hay y habrá mucho más... Más despedidas, más reencuentros. Gracias Chaulafanita y Au Pair por la inspiración y por contar sus historias...)

miércoles, 14 de mayo de 2008

¿Lapso freudiano?

El otro día, en la clase de sociolingüística, en la Universidad.

La profesora (dirigiéndose a un chico): Así que, ¿qué dices?
Chico: Pues, el contexto, ehh... ¿La modalidad, no?
Profe: ¿Cómo "la modalidad"?
Chico: La modalidad del habla.
Profe: Sí, pero ¿de qué modalidad estamos hablando?
Chico: No sé, es que ayer estuve hasta las doce con la monografía, y...
Chica: ¿¿Con qué??
Chico: Con la monografía.
Chica: Ah, yo oí "con la pornografía"...
(Risas entre todos.)

lunes, 12 de mayo de 2008

La importancia de tomar café

Para personas como mi novio, inmigrantes en este país nórdico, una cosa que llama la atención y despierta preguntas es la fika. La palabra fika existe en el sueco desde los años 1910, y es orginalmente una inversión de la palabra kaffi (ka-ffi = fi-ka), que significa café en sueco. La palabra fika hoy en día puede significar sólo un café, o café con un pancito, un sanduche, una galleta, un pastel, etc. Incluso puedes cambiar el café por un tecito o un vaso de jugo y sigue siendo fika.

Además del sustantivo, hay el verbo fika, y se refiere al hecho de sentarse, tomar fika y conversar un rato. Y eso nos gusta bastante. En la mayoría de los trabajos tenemos una pausa de fika en la mañana y una en la tarde (más la pausa del almuerzo por supuesto). Como ejemplo describo como es donde trabaja mi mamá. Ella es periodista de una revista de un sindicato. Llega al trabajo tipo 8-9. Se sienta en su compu, lee un poco los correos electrónicos, tal vez hace una llamada o dos por teléfono y planifica que es lo que va a hacer durante el día. A las 9.30 tienen una pausa de fika de 20-30 minutos que además es una reunión de toda la redacción para hablar y tomar desiciones sobre la revista. Toman café y comen un sanduche.

A las 12 hace su almuerzo de 45 minutos. Después sigue trabajando hasta las 2.15 de la tarde cuando es hora de hacer la pausa de la tarde, normalmente de unos 15 minutos. Toma un te (no le gusta el café en la tarde) y una fruta con sus colegas, después sigue trabajando hasta las 4.30-5.

Mi novio me preguntó para qué tomamos tanto café en los trabajos suecos. Y entiendo que puede parecer como que no estuvieramos haciendo otra cosa que tomar café. ¿Cuándo tenemos tiempo para trabajar? Le dije lo de siempre, costumbres, cultura y todo eso. Pero hoy leí y artículo que se trataba de ese tema y ya puedo darle un motivo racional (bueno, más o menos racional por lo menos). Algunos investigadores habían estudiado el fenómeno de la pausa de fika en los trabajos. Resulta que las pausas de fika son buenas para fomentar las buenas relaciones entre los colegas. No es el café en sí, sino la pausa, una pausa que además funciona como un foro para discutir tanto asuntos importantes del trabajo (¿cómo vamos a hacer con los nuevos directivos de la junta directiva?, ¿quién se encargará de ese proyecto?), como temas personales (¿qué hiciste en tus vacaciones?, ¿qué es de tu hija?, ¿cómo vas con ese carro que compraste?). Ya que las organizaciones y empresas suecas suelen ser muy poco jerárquicas (o sea, los empleados tienen una relación bastante informal con el jefe, es importante afianzar las decisiones con los empleados, etc), las pausas de fika son muy importantes para discutir y ponerse de acuerdo.

Otra ventaja de la fika (según los investigadores) es que el hacer una pausa nos relaja, nos desestresa y nos deja concentrarnos mejor cuando después volvemos al trabajo.

Así que ahora sabemos para qué sirve la fika sueca, aunque claro, no necesariamente explica por qué nos gusta tanto...

martes, 6 de mayo de 2008

Cambios

Fuera de mi casa la naturaleza sigue con sus cambios:

24 de marzo


30 de marzo



Primeros días de mayo...


sábado, 3 de mayo de 2008

Cosas raras de Ecuador

Inspirada por la lista de Ximena (y por otras personas) voy a hacer una propia. No se ofendan. Sólo lo hago para mostrar que todo depende del punto de vista que tienes. En este caso el sueco... Es una lista ficticia que hubiese podido mandar a Suecia cuando acababa de llegar a Ecuador, contando sobre los choques iniciales con la cultura ecuatoriana. Sin embargo, quiero aclarar que la lista nunca la hice ni la mandé. Quiero a Ecuador como a mi propio país, sólo que al principio hay cositas que te llaman la atención. Ahí va:

12 cosas raras de Ecuador:

1) No se quitan los zapatos en la casa
Sí señores, es verdad. Todos andan con los zapatos sucios en casa. Pero no se asusten. Obviamente, eso sería imposibe en Suecia, ya que el piso se ensuciaría total con el clima que tenemos. Pero en Ecuador el clima es diferente y los pisos también. No son de madera y por lo general no tienen alfombras como en Suecia (tampoco tienen umbrales, ¿lo pueden creer?), así que andar con o sin zapatos casi da lo mismo. Y claro, te salvas del mal olor...

2) Para almuerzo comen tres platos
Un almuerzo típico de Ecuador: 1. Un buen plato de sopa. 2. Un tipo de platazo/bandeja con una montaña de arroz, más pescado o carne. Ensalada si tienes suerte. 3. Un postre, tal vez heladito o una ensalada de fruta. Todo acompañado por un jugo. Es tanta comida que con la sopa no más me lleno.

3) Desayuno: arroz con pescado
En Suecia desayunamos tal vez avena, o sanduches con te, café, leche con cereales, algo así. Pero en la costa ecuatoriana, hay otra posibilidad y es comer... ¡arroz con pescado! La comida es riquísima y me encanta, ¿pero para desayuno? No...

4) Desprecian lo más rico que tienen
Aquí en Ecuador hay fruta para morirse. Hay tanta variedad, algunas que ni siquiera conocía antes de venirme, y son tan ricas. Encima más es barato. Pero aquí parece que no les gusta mucho, o tal vez lo toman por descontado. En Suecia con gusto brindáramos esta fruta a los invitados, aquí me parece que sólo me quieren brindar carne. Y yo que soy vegetariana...

5) Se asustan o se emocionan cuando ven "gringos"
Parece que aquí soy un tipo de extraterrestre. La gente me queda mirando de reojo. Los niños son más directos. Hoy por la tarde le oí a una niña diciéndole a su mamá: "¡Mira, mamí, mira, esa gringa grandota, mira!". La mamá, avergonzada, se apuró a irse llevándole a su hija.

6) Cada dormitorio tiene un televisor
No tienen el televisor en la sala (como en Suecia) sino uno en cada dormitorio. No entiendo cómo no les parece incómodo tener que sentarse en la cama para ver la tele. Tampoco entiendo la necesidad de tener tre o cuatro televisores.

7) No tienen libros
La única persona que tiene una cantidad más o menos de libros que he conocido hasta ahora es un tío de mi novio, y él es medio catedrático. He visto apenas dos librerías en Quito (y eran pequeñas y caras) y apenas una biblioteca donde además ¡era prohibido entrar si no eras estudiante! ¡Y no podías pedir prestados los libros y llevártelos a la casa! Para mi es normal leer siquiera tres o cuatro libros al mes (como cualquier sueco, ¿no?), pero creo que aquí no le gusta leer a la gente. ¿Tendrá que ver con el punto 4?

8) Se dejan los perros afuera
No ven a los perros como parte de la familia, se les tiene más para cuidar la casa. Los perros, que biolócgicamente son hechos para estar en grupo, se deben sentir muy sólos. De todas formas ladran mucho y no me dejan dormir. Además hay gallos en pleno centro, tampoco me dejan dormir.

9) Manejan como locos
Ustedes saben como es en Suecia: Uno apenas se acerca a una cebra y los carros se paran para dejarte pasar. ¿Aquí? ¡Olvídate! Te pasan pisando y además te insultan por haberles manchado el carro... Se creen dueños de las carreteras y cuando tienen que parar (por congestión o algo así, no por los peatones), paran en plena cebra. "¿Entonces, cómo se cruza la calle?" han de preguntarse. Es obvio: ¡corriendo!

10) Deben todos ser sordos
Ustedes saben que a mí me encanta la música latinoamericana, me gusta bailar y todo. Pero no logro entender cómo aguantan el volumen en las fiestas. Debería estar sorda la entera población latinoamericana con ese volumazo. Pobres vecinos.

11) Se encierran
Todas las casas están encerradas con muros y muchas veces tienen hasta tres puertas, de las cuales dos son de puro fierro, que debes pasar para entrar a la casa. Qué diferencia a la casa de mis papás en Suecia, no tenemos ni una estacada.

12) Y terminamos con algo que me gusta...
Una cosa que me encanta son las pequeñas panaderías y fruterías que hay por todas partes, eso no se ve en Suecia. Imagínense salir en la mañana a comprar el pan fresquito y calientito para el desayuno. Y al regreso pasas la frutería de la esquina y compras lo que quieras de frutas exóticas que en Suecia ni siquiera se conoce. Sólo que ahora me da vergüenza ir a la panadería ya que ayer me eqivoqué al pedir una palanqueta y le pedí una palanca a la chica... Me miró con una cara de asombro total. Mi novio se reía sin poder parar.

(Otro día me toca escribir de las peculiaridades de Suecia...)

OJO. Ya que me han llegado algunos comentarios negativos acerca de este post quiero añadir algo: Este post fue escrito como un intento de dar una idea de cómo un sueco podría percibir a Ecuador. Los ejemplos que doy en la lista muchas veces son exagerados y no necesariamente son verdades. Ustedes lo saben y yo lo sé. Quería dar la ilusión de un sueco escribiendo a otros suecos.
Pienso que de alguna manera refleja algunos puntos en los cuales Ecuador y Suecia se distinguen. Con eso no quiero decir que la manera sueca de hacer las cosas sea mejor. El tono un poco polémico de la lista se debe a que supuestamente es un sueco que escribe a otros suecos. La idea fue hacer una lista que revela tanto, o más, sobre Suecia y los suecos, que sobre los ecuatorianos.